SAMĀ WISDOM
MARCO FILOSÓFICO
Además del aspecto práctico (o toolbox), el cultivo de la naturaleza esencial se apoya también en un aspecto teórico (o wisdom) que comprende: unos principios éticos, un marco filosófico, y una psicología tradicional.
La cosmovisión sufí se basa en el tawhīd, es decir, en la intuición de lo Real donde lo divino, lo cósmico y lo humano conforman una única Realidad no-dual.
En sentido filosófico y místico, tawhīd es sinónimo de waḥdat al-wujūd, la Unidad de la Existencia o del Ser.
Doctrina que expresa, en el lenguaje ontológico de la filosofía, la enseñanza de la unicidad o tawhīd.
Se enfatiza por igual la pluralidad de la realidad, y se describe a la Existencia o wujūd como el Uno/muchos (al- wāhid al-kathir).
Pero lo más importante en el sufismo es el descubrimiento de la Realidad por medio de la propia experiencia. Es decir, la «develación» (kashf) de lo Real mediante la eliminación de la ignorancia, o en otras palabras, el desprenderse de los velos que separan al ego del Ser. Así pues, no se trata solo de una afirmación intelectual de la Unidad, sino que tambien implica su realización (taḥqīq).
La Realidad es...
...Ser, Existencia, Conciencia, (wujūd, وجود), la base de y para todo lo que existe.
...Unidad de la Existencia, Conciencia, o Ser, (waḥdat al-wujūd).
...la relación no-dual entre la Unidad/la Multiplicidad, (al wahid/al kathir).
...la Esencia (dhāt), o sea, lo Real en su aspecto de no-manifestación.
ÉTICA
Donde mejor se encuentran reflejados los principios éticos del sufismo es en la vida y obra de los maestros de esta vía. Estos principios a su vez quedan recogidos en diversos tratados. Uno de ellos es la Futuwah, en él Al-Sulami (m. 1021) enuncia varios preceptos que luego ilustra con dichos y anécdotas de diversos maestros. La futuwah remite a la idea de nobleza del comportamiento.
La Futuwah es...
...generosidad y servicio al prójimo.
...tener un sentido de convivencia y saber hallar gusto en las relaciones alegres y amistosas.
...una compasión universal, cualquiera que sea la situación en la que uno pueda estar.
...hacer el bien antes de que [te] sea solicitado.
...conceder hospitalidad.
...acoger con agrado al que viene hacia ti, y no correr tras el que te vuelve la espalda.
...perdonar, incluso cuando uno se halla en situación de fuerza.
...preocuparse por los defectos propios antes que por los de los demás.
Abū l-Qāsim al-Junayd:
“La futuwah es abolir al visión del yo y romper los lazos ”.
Abū Hafs:
“La futuwah consiste en obrar con rectitud y en no exigir del prójimo que haga otro tanto”.
'Abd al-Karīm ibn Hawāzin al-Qushayrī:
“La futuwah es estar constantemente al servicio del prójimo”.
SER HUMANO Y PSICOLOGÍA TRADICIONAL
UNA DESCRIPCIÓN SUFI DEL SER HUMANO
El cultivo del ser humano debe comprender a la totalidad del mismo. Así, una descripción del ser humano puede ser aquella que tiene en cuenta el aspecto físico, el mental y el espiritual. O, en otras palabras, se puede hablar de lo corporal, lo psico-emocional, y la conciencia. Pero, en definitiva, el ser humano es una Unidad indivisa que comprende esos tres campos de expresión. En términos clásicos se les llama cuerpo, alma y espíritu, y en términos contemporáneos, son una realidad cosmoteándrica.
Desde el sufismo, una forma tradicional de ilustrar ese cultivo holístico es decir que el cultivo del ser humano es similar al cultivo de un almendro. La almendra se compone de cáscara, fruto, y, aunque no sea evidente, también de aceite. Pues bien, si no se planta la almendra en su totalidad -con la cáscara, el fruto, y el aceite- no prosperará. La almendra es los tres, y si falta alguno sencillamente no crece.
Así, esos tres aspectos de la almendra se corresponden con las tres dimensiones del ser humano. En el sufismo se cuida y cultiva a los tres por igual, como parte de un todo indiviso e interrelacionado, y se les ve como una sola realidad. Es, además, un microcosmos que refleja al macrocosmos.
UNA PSICOLOGÍA TRADICIONAL SUFI
Avanzar en el conocimiento de uno mismo implica seguir un camino de descubrimiento interior.
Los maestros sufíes han tratado los desequilibrios del self y sus remedios, desarrollando una ciencia del nafs (self o alma o ego) y un método centrado en llevar a cabo un "trabajo" interior.
Este proceso conlleva una transformación del self (tazkiyat an-nafs) que, según la tradición, se manifiesta a través de tres estadíos. Así, el self o "el alma que incita al mal", a los rasgos de carácter negativos, cede paso gradualmente a "el alma que reprocha" por esos rasgos, y que aspira a la belleza y la paz. Con ese proceso se transforma en "el alma sosegada".
En la lucha contra los desequilibrios del self, entre las diversas prescripciones de los maestros sufíes, destaca el poder del dhikr, recuerdo o invocación.